superviviente
fuertemente arraigado
El sistema de riego morisco de abancalamiento de los campos ha resistido la prueba del tiempo y aún hoy sirve a nuestros siete bancales. Las raíces de nuestras vides se encuentran a 20 metros de profundidad y están conectadas a las aguas subterráneas. Esta característica permite a la planta abastecerse de forma constante y suficiente, incluso en períodos de sequía. El microclima único produce inviernos suaves y, con sus muchas horas de sol, garantiza vinos naturales con mucho cuerpo, que dan un claro sabor al oasis del que proceden nuestros vinos.
vinos únicos moldeados por la naturaleza
Compartimos el modo de vida autosuficiente de nuestras viñas. Por ello, nuestro principio rector es no añadir ni omitir nada, ni siquiera durante el proceso de envejecimiento. Confiamos en los procesos naturales y disfrutamos del delicioso aroma y sabor de nuestras uvas Aitana. La salud de las viñas, que cuidamos con mucho cuidado y con nuestras propias manos, es importante para nosotros. La fermentación es espontánea. Nuestros vinos son bajos en azufre, están filtrados y clarificados de forma natural. El resultado es un vino muy individual con un fuerte carácter, que no encaja en ningún encasillamiento. ... Sólo en el nuestro.
vides inmunitarias
Evitando el uso de pesticidas, que alteran el metabolismo natural de las vides, así como mediante el cuidado cariñoso de las vides y la atención a las levaduras sanas, aseguramos el funcionamiento del sistema inmunitario de las plantas. Nuestra forma de trabajar puede compararse con la de una buena camarera en un restaurante: Somos reservados, pero muy atentos y empáticos cuando se nos necesita.
